Hoy pasé por ese lugar y fue inevitable no sonreír al recordar.
Si, ese día en que nuestras miradas fueron cómplices y no importaba nada mas que disfrutar ese momento porque sabíamos que en un algún rato nos tendríamos que marchar sin saber cuando regresar.
Creo que ese recuerdo por siempre lo tendré en mi corazón, pues cada vez que pase por ahí volverán a mi los ratos felices que contigo viví.
No te puedo negar que en mi mente reviví tanto aquel instante que por un momento pensé que era realidad... y que felicidad!
Tu y yo sentados compartiendo sobre la vida, a nuestro alrededor habían muchas personas pero el universo solo nos enfocó a los dos, tanto que se nos olvidó que ellos estaban ahí.
Esto me hace reflexionar en que no es necesario un lugar lujoso ni muchas ostentosidades para crear un bello recuerdo, solo se necesita una mirada que te permita descubrir el alma del otro y así, sacar de ello, el mas lindo recuerdo.
-Judi Rivera